Cómo funcionan las oposiciones

Hubo una época en la que todo el mundo quería ser funcionario. Un contrato de por vida, muy buen horario, una carga de trabajo no muy grande, un sueldo que crece conforme pasan los años y ganas antigüedad… Sin embargo no todos los empleos públicos son igual, no siempre podremos disfrutar de estos lujos desde nuestra posición de funcionario. Lo único que es igual es el proceso para llegar a uno de estos puestos de trabajo, aunque todavía hay gente que no sabe cómo funcionan las oposiciones, pese a que están esperando a conseguir un empleo público.

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La convocatoria de oposiciones

Cualquier oposición está marcada por los tiempos, y el pistoletazo de salida lo marca la propia convocatoria de oposiciones, que se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) o en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) donde se celebran las pruebas. En ocasiones también se pueden publicar en el Diario Oficial de la comunidad en la que vivimos, y hay que estar atentos ya que junto a la convocatoria se abre el plazo para apuntarse a la oposición, que suele ser de 20 días.

La mejor forma de enterarse de estas convocatorias es leerse el BOE o el BOP, aunque existen alertas que nos avisan de ellas. Si ya has empezado a preparar las oposiciones en una academia seguro que ellos te informan. Debes ser rápido a la hora de inscribirte en el proceso y presentar toda la documentación exigida ya que una vez cerrado el plazo no se admiten nuevas inscripciones, y no se sabe cuándo volverán a ofertarse plazas para un perfil que te interese.

Tipos de plazas

Tenemos un montón de tipos de oposiciones, dirigidas a distintos niveles de funcionarios, pero da igual de qué convocatoria de oposiciones se trata, en la gran mayoría de convocatorias tenemos tres tipos de plazas. El primer tipo son las plazas de libre acceso, que probablemente sean las que más te interesan. Lo normal es que el grueso de la oferta sean plazas de libre acceso, a las que puede optar cualquier persona que cumpla con los requisitos exigidos en las bases y que se estudie el temario de las oposiciones.

Luego están las plazas de promoción interna, un porcentaje de plazas reservados a funcionarios que aspiran a un puesto de rango superior en la escala de funcionarios. Es algo más habitual de lo que parece en las oposiciones. Por último nos encontramos con un porcentaje de plazas reservadas para discapacitados, que legalmente debe ser del 5%. Si las plazas reservadas a uno de estos dos perfiles no se acaban completando hay dos opciones: o quedan desiertas o se suman a las de libre acceso.

Listas provisionales y listas definitivas

Una vez cerrado el plazo de inscripción, empiezan a analizarse una a una las candidaturas recibidas para comprobar que los candidatos cumplen con los requisitos mínimos. Una vez cerrado este plazo, que puede prolongarse tres o cuatro meses, se publican las listas provisionales de inscritos y excluidos de la oposición. También se abre un periodo para que los excluidos puedan alegar contra el motivo por el que se han quedado fuera del proceso si entienden que se trata de un error al confeccionar las listas.

Finalizado el plazo de alegaciones, se analizan de nuevo todas las modificaciones y correcciones que han llegado y se publica la lista definitiva de opositores, junto a la fecha de las pruebas. Si has ido sumando plazos, entre los 20 días para inscribirnos, los tres o cuatro meses hasta que salen las listas, los periodos de alegaciones, etc. nos podemos encontrar con que fácilmente las pruebas empezarán al menos cinco meses después de la convocatoria, aunque pueden ser más. A veces incluso pasan años.

Los exámenes de las oposiciones

En las bases de la convocatoria aparecen descritos cómo serán los exámenes. Normalmente son obligatorios -puede haber excepciones con los idiomas-, y muchas veces son eliminatorios. Ya sean orales o escritos, de desarrollar o tipo test, teóricos o prácticos, hay que leer muy bien las bases para saber con qué nos encontraremos. Obviamente no son lo mismo unas oposiciones del ministerio de Trabajo que unas a médico, profesor o Correos, por lo que las pruebas también cambian de unas oposiciones a otras.

Finalmente tenemos la publicación de resultados. Aprobar la oposición no te da automáticamente la plaza, ya que al ser un número limitado solo los candidatos con una nota más alta sacarán plaza. A menudo, con los aprobados que no obtienen plaza se constituye una bolsa de empleo para que ejerzan como interinos en caso de necesidad de reforzar la plantilla, bajas, etc. Por eso no basta con aprobar una oposición, hay que tratar de sacar la mejor nota posible para asegurarnos el acceso a una plaza.

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