Preparar unas oposiciones es uno de los retos más difíciles a los que te vas a enfrentar en tu vida. Vas a pasar unos cuantos meses entre libros, dedicado prácticamente en cuerpo y alma al estudio del temario para oposiciones, haciendo exámenes de prueba y descontando las horas para que llegue el gran día, el del examen. Superar una oposición y sacar plaza te garantizará un empleo en el cuerpo de funcionarios prácticamente de por vida, pero para conseguirlo hay que tener claro cómo preparar las oposiciones.
Elige una convocatoria
Puede parecer una obviedad, pero antes de dar cualquier paso hay que elegir una convocatoria. En España existen muchos tipos de oposiciones, tanto por sectores como por quién las convoca, y el primer paso hacia el éxito consiste en elegir unas oposiciones que se adapten a nuestra formación, nuestras capacidades o nuestro nivel. Hay otros factores que pueden influir a la hora de elegir una convocatoria, como el puesto de trabajo, el sueldo, el número de plazas ofertadas o si nos permiten seguir viviendo en nuestra ciudad o nos exigen un cambio de residencia.
También hay que estar seguros de que nuestra situación personal nos permite afrontar con garantías la oposición, de que podremos dedicarle tiempo suficiente para estudiar. Siempre pueden surgir imprevistos que nos hagan abandonar, pero a la hora de dar el paso hay que ser conscientes de que tenemos tiempo para prepararla y estamos dispuestos al importante sacrificio personal -y a veces económico- que supone.
¿Cómo vas a estudiar?
Resuelta esta cuestión, lo primero que debes haces es preguntarte cómo vas a preparar las oposiciones. Hay tres opciones, cada una con sus pros y sus contras: con un preparador, en una academia o por tu cuenta. Quizá esta última sea la peor de las opciones, ya que deberás prepararlas en solitario. Los preparadores o las academias de oposiciones tienen la ventaja de que contaremos con el apoyo de profesores que nos ayudarán a resolver las dudas que nos surjan y que nos apoyarán en los momentos más duros de la preparación, que los habrá.
A la hora de elegir entre academias y preparador, este te atenderá a ti exclusivamente, mientras que en las academias para opositores compartirás clase con otros opositores, aunque los grupos suelen ser reducidos. Podrás crear un grupo de estudio con el que compartir la preparación, inquietudes, etc., algo que no podrás hacer con el preparador. En ambos casos tendrás acceso al temario de las oposiciones actualizado, y conviene resaltar que los preparadores suelen ser considerablemente más caros que las academias.
El tiempo y la planificación
Debes tener claro es que unas oposiciones no son como los exámenes del instituto que estudiabas la tarde anterior. Necesitarás meses para prepararlas y aprender todo el temario, y aunque factores como los tipos de oposiciones o nuestra situación personal (trabajo, familia, etc.) influyen, el tiempo para preparar oposiciones puede oscilar desde los 8 o 9 meses de las que exigen menos titulación a entre año y medio y dos años para las de los subgrupos A1 y A2. Eso sí, hay casos en que se va hasta los 4 o 5 años.
Una oposición es una carrera de fondo, y conviene tener bien planificado el estudio. Deberías tomarte la preparación como un trabajo, siguiendo un horario de estudio fijo en el que incluyas tanto el temario de cada día como los días de repaso, los descansos -imprescindibles para desconectar y hacer más llevadero el estudio- o los simulacros de examen. Aunque al principio lo cojas con ganas, para no saturarnos conviene empezar con unas 4 o 5 horas diarias, y a partir del tercer o cuarto mes ampliar una hora al mes hasta las 8. El fin de semana es para descansar.
Repasos y evaluaciones
Si necesitamos tanto tiempo para preparar las oposiciones, es fácil que “olvidemos” el temario que estudiamos al principio, especialmente si hace meses que no lo tocamos y en ese tiempo hemos memorizado un montón de cosas nuevas. Al principio puede que no necesitemos tanto tiempo para repasar, pero a medida que avancemos en el temario dedicaremos más tiempo al repaso ya que hay más contenidos que refrescar en nuestra memoria. El tiempo de repaso debe estar equilibrado con el de estudio.
En cuanto a los simulacros, lo ideal es realizar imitaciones de examen mensuales con los contenidos que ya hemos estudiado y en teoría dominamos. Una buena estrategia es hacer tantas bolitas como temas hemos aprendido y hacer el examen, como si estuviésemos en la oposición. Para ello utilizaremos el mismo formato (oral, escrito, test, etc.) y nos daremos el mismo tiempo que tendremos el día de la verdad para completar el examen. En tu calendario no puede faltar un día fijo para estos simulacros.