Consejos para preparar una entrevista de trabajo

Ir a una entrevista de trabajo es mucho más complicado de lo que parece. Los nervios ante la nueva expectativa laboral siempre están ahí, y siempre están los pequeños detalles que se escapan de tu control y que no hacen más que aumentar esa sensación de nervios.

Es imposible controlar al 100% todo lo que pasa en una entrevista de empleo, pero sí que puedes seguir una serie de consejos para afrontar una entrevista laboral que te ayudarán a causar una buena impresión, salvar los momentos de apuro en los que te pongan, etc.

Tu aspecto personal

Ya sabrás que las primeras impresiones cuentan mucho, y más allá de presentar un buen aspecto, con un buen afeitado o sin demasiados complementos, debes plantearte qué llevar puesto.

Dicen los especialistas que el azul es tranquilizador, la mejor apuesta para la entrevista de trabajo; el rojo es poder, el negro elegancia o seriedad, el gris lógica, el blanco organización… Consulta tu fondo de armario y elige algo que sea cómodo, formal pero tampoco hace falta que sea demasiado serio.

La comunicación no verbal

Otra cuestión capital es cómo actuar en la entrevista. Hay que mantenerse calmado y ser uno mismo aunque eso no siempre sea fácil. Para ello hay que estar muy atentos a la comunicación no verbal, un aspecto en el que los reclutadores ponen todos sus sentidos.

Un firme apretón de manos cuando nos presentemos creará una buena impresión, lo mismo que al despedirnos, una sonrisa cuando entres en la sala, una actitud abierta, no perder el contacto visual o sentarte erguido ligeramente inclinado hacia el entrevistador te ayudará a ganar puntos.

También es muy interesante la técnica de la imitación, imitar de forma aparentemente inconsciente a nuestro interlocutor en lo que refiere al lenguaje corporal: posición de piernas, brazos, cara…

Lo que jamás deberíamos hacer es cruzarnos de brazos, estar jugueteando con un boli o el móvil en las manos o dar golpecitos con el pie en el suelo. Son actitudes que denotan falta de interés o nervios, que pueden molestar al entrevistador y que pueden acabar perjudicando tu resultado en la entrevista.

Prepara las preguntas

Antes de acudir a la entrevista habrá que prepararla, por una parte buscando información sobre la empresa, su filosofía, etc. y por la otra preparando algunas respuestas.

Hay que prepararse las respuestas de las cuestiones más simples o habituales (competencias para el puesto, motivación, si encajaremos o no), pero también prepararemos las preguntas más complicadas (por qué nos despidieron del último puesto de trabajo, por qué queremos cambiar de empleo, vacíos en el currículum, puntos débiles, etc.).

Estas cuestiones difíciles sirven a los entrevistadores para forzar al candidato a mostrar la habilidad necesaria para salir de situaciones comprometidas identificando el problema y diseñando un plan para solventar ese apuro.

Eso sí, nunca contestaremos con opiniones, acciones de otros o con afirmaciones muy generales o teóricas. Así, le demostrarás al reclutador que sabes cómo salir de una situación complicada y tu estrategia para ello, similar a la que aplicarás cuando aparezcan esas situaciones comprometidas en el día a día en el trabajo.

Sé tú mismo

Ya lo hemos dicho antes, debes actuar con tranquilidad y ser tan natural como te sea posible. No se trata de un examen en el que debes demostrar tu valía y tus conocimientos, sino que debes ser tú mismo, sin aparentar algo que no eres. Si has llegado hasta la entrevista es porque tienes los conocimientos suficientes para ocupar ese puesto, ahora solo falta saber si tus valores, tu ética o tu motivación coinciden con los de la empresa. Si es así, tendrás gran parte del trabajo hecho.

No bajes la guardia en la despedida

Muchas veces bajamos la guardia en la despedida, nos soltamos y ahí es donde fastidiamos lo que hasta entonces era una buena entrevista de trabajo. Hay que saber despedirse, lo que incluye preguntar sobre cuestiones como qué espera la empresa de nosotros, qué hay que hacer para que la entrevista sea un éxito o los siguientes pasos en el proceso de selección. Recuerda dar las gracias por el tiempo que te han dedicado en la entrevista y demuestra tu interés antes del último apretón de manos para despediros.