A la hora de redactar nuestro currículum es indispensable saber qué lleva un currículum, las partes del currículum en las que lo estructuraremos y facilitaremos al destinatario su lectura y análisis, de forma que cualquier dato sea accesible de forma inmediata, sin que pierda el tiempo buscando algo en concreto. Aunque sea un currículum vitae simple, la estructuración es clave a la hora de sintetizar todo lo que queremos expresar en una sola página, la extensión ideal de cualquier currículum. Hay 3 elementos indispensables en el currículum, además de otras partes siempre interesantes.

Datos personales
Debe ser la primera información que ofrezcas en tu currículum: nombre y apellidos, teléfonos de contacto y dirección de correo electrónico. Mejor si indicas los números de teléfono fijo y móvil, y la dirección de correo electrónico debe ser profesional (por ejemplo, nombre y apellidos). Asegúrate de haber escrito correctamente todos tus datos de contacto, y de comprobar regularmente el correo electrónico.
En los datos personales también puedes añadir tu foto -una foto reciente, tamaño carnet-, la fecha de nacimiento o edad -su ausencia puede significar que quieres ocultarla- o enlaces a tu página web o blog profesional, a redes sociales o cualquier recurso digital donde el receptor del currículum pueda ampliar su información sobre ti. Nunca está de más indicar nuestra profesión, aunque muchas veces se sobrentiende.
Experiencia
Tras los datos personales llega la hora de hablar de nuestra experiencia profesional. Lo habitual es seguir el modelo cronológico o cronológico inverso, que sirve para resaltar la evolución y logros del candidato a lo largo de su trayectoria profesional. Deben aparecer los nombres del puesto y de la empresa, las fechas de inicio y fin de ese trabajo y una breve descripción de las funciones más destacadas relacionadas con ese puesto.
Aquí nos encontramos con el gran hándicap de los candidatos más jóvenes o con menos experiencia aunque hay formas de paliar esa falta de experiencia. Por ejemplo, es casi obligatorio indicar los periodos de prácticas o las becas de las que hayamos disfrutado en nuestras primeras incursiones en el mundo laboral, y también están muy bien vistos los voluntariados, que pueden aparecer aquí si no contamos con experiencia.
Formación académica
El último de los elementos del currículum imprescindibles es la formación, que a su vez se divide en dos partes. En primer lugar nos encontramos con la formación académica oficial, que va del Graduado Escolar al Doctorado, pasando por la FP, titulaciones universitarias, másters, etc. Deben aparecer el título, el nombre del centro donde hemos estudiado -en formación universitaria- y la fecha de inicio y fin de estudios.
Daremos prioridad a los títulos de máximo nivel, ya que son los que suelen darnos acceso al puesto de trabajo; aunque por desgracia a veces es más efectivo omitirlos que añadirlos al currículum. La segunda parte es la formación complementaria, donde incluiremos los cursos, talleres o seminarios que hemos hecho relacionados con el puesto de trabajo, o que puedan ser de interés para la empresa. Omitiremos los que no tengan nada que ver.
Otras partes de interés
Ya conocemos los tres elementos del currículum clave, aunque hay una serie de informaciones que pueden ayudarnos a decantar la balanza de nuestro lado. Se trata de la información complementaria, en la que cabe todo, desde los idiomas hasta los conocimientos ofimáticos, reconocimientos, carné de conducir, vehículo propio, disponibilidad para viajar, aficiones, referencias o incluso el objetivo profesional, del que podemos hablar brevemente.
Algunos aspectos, como los idiomas o la informática, se pueden incluir en la formación según el puesto de trabajo al que aspiremos, mientras que en otros no serán necesarios. A la hora de hablar de los idiomas es imprescindible citar los certificados o niveles, a ser posible según el MCERL; y para profundizar más indicaremos nuestro nivel leído, hablado o escrito, e incluso de traducción. Puedes añadir tus estancias en el extranjero para aprenderlos, indicando siempre la escuala o academia y su duración.
Finalmente, en el apartado dedicado a los conocimientos ofimáticos no debes olvidar ninguno de los programas indispensables para tu puesto de trabajo. Puedes incluir los certificados o diplomas que tengas para acreditar esa formación, indicando siempre el nivel de conocimientos siguiendo la escala usuario, usuario avanzado, profesional o experto. Para ser más preciso puedes dividir este apartado en subapartados (ofimática, bases de datos, programación, sisetemas operativos, paquetes…)