Si quieres tener dinero, gástalo

Es un consejo extraño que siguen al pie de la letra quienes hacen grandes negocios, ellos afirman que las deudas son un motor sin igual. Cuando las personas le dan prioridad a sus gastos sobre sus lujos, no tienen una presión externa lo suficientemente fuerte para producir el dinero que les hace falta. Entran en una zona de comodidad que no los anima a seguir encontrando fuentes de dinero, mientras que si gastan en aquellas cosas que quieren tener pero que no necesitan tanto, los constantes recordatorios para pagar sus obligaciones sirven de motor para las búsquedas de efectivo. Claramente este consejo no es apto para todos, está hecho para aquellas personas que disfrutan con un estilo de vida glamuroso y cómodo.

Quienes gozan de las alegrías sencillas pueden preferir gastar menos en lujos y más en necesidades reales, pero no está de más malcriarse de vez en cuando dándole prioridad a los caprichos frente a las responsabilidades. Actuar así permitirá seguir trabajando con más ánimo que antes, porque recordará que el esfuerzo también tiene ventajas valiosas y esporádicas, además de llevar todos los días alimento a casa.

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